Al despuntar el alba, alegre como una reina
bella perdiz dorada..
con tu cante madrugador, pones en marcha tu camada,
y como toda madre generosa los escondes de las águilas...
Caminas orgullosa entre los pastizales,
buscando el mejor bocado para tus poyuelos,
sarta montes, orugas, hormigas y moras de los morales,
mientras un grillo y una cigarra van alegrando la tarde...
Tus ojos vivos y alegres, que vigilan como nadie,
están pendientes del cielo y vigilando a sus hijos,
como toda buena madre..
dándole protección y apoyo, para que no los robe nadie...
En las tardes de verano, cuando hasta las piedras arden..
le buscas agua y sombra, en unos frescos manantiales,
mientras unos juegan y otros duermen,
tú le das lecciones de la vida, como te las dio tu madre...
Que no confíen en el hombre y ni siquiera en su padre..
una rica y generosa tierra, aquí vivieron sus padres!
en estas agrestes montañas,
rodeadas de fértiles valles...