En el vacío que se crea en mi alma cuanado te marchas..
la tristeza que me produce tu ausencia;
mi corazón grita desolado..
y mis plegarias elevan cuchillos insomnes..
que se esparcen con el viento por oscuras galerías
de pasados otoños con nostalgia...
Sobre los negros cantos rodados de otros cauces,
busco en la piedra filosofal la explicación;
a este ardiente fuego mío..
que habatieron mi sangre de poeta loco hace tiempo..!
Cuando la tarde abrumadora y fría
va cayendo poco a poco por su peso;
apareces por la esquina del soñado tamarindo..
con tu hermosa cabellera ondulando al viento..!
Tu boca de ensueños se empulpura,
con claveles de sangre sarracena;
no eres la hurí que en el Edén habita,
ni el genio de la lámpara mágica,
ni mucho menos el orgullo de la raza morabita...!
Pero si que eres la gloria de mis bellos limonares..
porque para mi tú eres la princesa Sulamita..!
Que inspira mis poemas y mis cantares..
y ya estas amada mía entre mis brazos apretadita...!
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