Mis añorados recuerdos de aquellos simpáticos trenes..
que recorrían con su acompasado chaca chaca..
y su espesa humareda toda la piel de toro
que forma España..con la variedad de sus pueblos...
De Cádiz a Cataluña tardaba tres días..
tenías el enorme placer de recrearte en sus campos,
en sus pueblos blancos y bellos de mi amada Andalucía..
los molinos del Quijote en la mancha o, las huertas de Murcia...
Parando en todas esas estaciones pequeñas y olvidadas..
donde se compra el típico dulce de pueblo,
miel de la montaña, naranjas de Málaga o, uvas frescas..
¡Oh, cuanta belleza hay por esta tierra...!
Olivares por Jaén con sus aceitunas negras,
naranjas y limones en la vega de Malagueña,
dorados trigales y rojas fresas, en la campiña de Sevilla y Huelva;
y abundantes viñedos en la comarca de Jerez de la frontera..!
Pero llegaron los tiempos del extre y las carreras;
y inventaron el ave..que más que correr vuela..
¡Oh, romántica locomotora..ahora duermes olvidada
en una estación cualquiera...!
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