Una agradable tarde de primavera
estaba bajo una caoba sentado;
observando los mil insignificantes detalles de la naturaleza;
tan importantes como son y lo desapercibidos que pasan...
Vi una oruga en su trabajoso desplazamiento,
un escarabajo verde rodando la bola del mundo;
que el había fabricado de heces de algún mamífero,
para hacerse su casa y criar su descendencia...
Con todo esto estaba absorto y admirado.
Pero lo más importante..lo que más atrajo mi atención fue:
como la manti religiosa se enamoraban y hacían el amor..
Había un macho pavoneandose para conquistar los favores
de una bella hembra..que lo observaba desde una rama muy cerca.
Haciendo sus cálculos, echando sus cuentas, de como sería
la estatua que quedaría de aquel don Juan de cabeza hueca..
Allí estaba ella..con sus manos contritas..
Yo observe impasible todo el desarrollo del acto!
¡Oh, cuan largo es el coito de las mantis!.
Pero lo más extraño es que la hembra se marcho
al buen rato..y allí se quedo para siempre el orgulloso macho..
Hueco por dentro..convertido en una fría estatua..
hasta la noche de los tiempos..pues se fue al estomago
de su amada..mientras percibía aquel placer intenso...
La hembra le dio un hermoso beso de boca con lengua..
le introdujo su lengua y lo absorbió por dentro..
¡Oh, que manera de conservar la figura y pagar
tan suculento impuesto...!
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