Ahora estoy sentado frente a este papel en blanco,
con mi pluma entre mis manos,
y las musas sobre mi cabeza están jugando..
están revoloteando, seguro que de mi se están burlando...
En esta tarde de otoño, de brisa y hojas caídas,
que ya secas y sin su verdor de otros días,
se van resignadas y sin destino,
porque ya cumplieron su misión en esta vida...
El sol tristón sobre el horizonte,
también se despide con nostalgia de lo que fueron estos días,
de primavera y verano,
que tan orgulloso se lucia...
Una rosa se lamentaba,
deshojada y dolorida, en el otoño de su vida
y en su tristeza se preguntaba,
¿porque se tarda tanto el sol?
Pues necesito para vivir, la luz y su calor,
sino mis hojas van a perecer..
son frágil como el amor,
que si no lo cuidas con tu calor, seguro morirá...¡¡
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