Cuando el sol se hundía por el horizonte de la vida
cuando el ocaso de la noche sin retorno
se hizo inmenso y se adueño de todo..
canto la canción que no le dejaron cantar...!
En este mundo de parques obscenos y rosas mustias;
en el que le permitieron habitar..
allí venían día y noche a recordar le
aquellas canciones de niño que siempre le prohibieron cantar.
Aquellas canciones que si algún pecado tenían
era que siempre pedían libertad..
pero sólo lo dejaron expresarlo
atreves de sus ojos negros como la pena que llevan dentro...
Una fría tarde se marcho
y desde su boca fría y ausente
desde su garganta cansada y ya perdida para siempre..
desde la inmensidad de la ausencia,
su canto de libertad resonó en la opacidad de lo prohibido.
Aquella canción resonó como un eco,
en la extensión silenciosa..
llena de arenas movedizas como los poemas
que aquí les dejo...!
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