Rumiando soledad, con toda la paciencia sentado,
desde la semi penumbra de esta chabola;
a la triste luz de una lampara de queroseno..
Por mi ventana entre abierta se cuela sin pedir permiso..
La estampa blanca y negra de los Alpes sobre Zurich;
el sol en el horizonte orina oxido y oro,
en el cielo acuchillado la luz se agrieta y desangra..
Bajo el ébano de la puerta las sombras amamantan
grumos de nieve y escarcha.
La tarde se pone a llorar metacrilato
y mis tristes sueños se consumen en esta cabaña;
alguien bosteza y un perro ladra ruidosamente fuera,
una orquídea consentida entre la nieve se lamenta y llora..
la luz tropieza con los nudos del aire
y en su libre caída produce sonidos húmedos,
lechosidades secas que se deslíen entre las nubes
y los insectos pululan con caótico fervor
un temblor cárdeno sacude el cielo amargo del anochecer.
Aquí sobre este lago de Zurich se quedó
parte de mi juventud y mi inocencia...
Al menos aquí en medio de tanta soledad
tuve un testigo: me tuve a mí mismo y esta poesía..
pero que conste en acta: esto no lo digo yo,
sino ese idiota que esta frente ami en el espejo...!
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