Por el veneno que pusiste en mi cerebro,
por la brisa helada de tu maldad
y por el anhelo que tengo de olvidarte;
es por lo que cada noche te sueño:
No es mi conciencia desnuda la que se dilata
en confesiones estúpidas y absurdas,
pues mi conciencia reluce como el oro, ya que está muy limpia!
es la tulla; la que está putrefacta,
por estar tan sucia...
Tú como una mosca verdinegra que eres;
que con tu lengua viperina succionas cadáveres
putrefactos y la pus de las heridas;
desde aquel maldito día negro que nos conocimos,
jamas le diste un minuto de sosiego
a mi alma y a mis heridas...
Eres esa mosca repugnante, pegajosa he insaciable,
que no te conformas con haberte bebido
mi vida, mis bienes y mi sangre!.
Y ahora cuando a pasado el tiempo y ya no estoy a tu alcance...
Te infiltras en la paz de mis sueños
y vas sembrando tu cizaña como Lucifer
para que ni en sueños pueda descansar en paz y olvidarte...
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