Una espiga hay en medio de los trigales,
una espiga dorada que con su espíritus
resignado y combatió y alivió al horizonte,
cuando soplaban huracanados temporales.
!!Es una espiga dorada!!
que hoy se mece majestuosa en medio de otros trigales;
Que los de hoy estén cuajados de amapolas
y no de espinas y malas hierbas como aquellos en los que te criaste.
Que no te importaba poner la otra mejilla,
preñada de fuego y sacrificio interno..
para sacar adelante a tus retoños;
muy pobre pero muy limpia y con mucho orgullo.
Que agradable es encontrar en tú matiz de terracota,
la belleza y la humanidad que extendías como un manto
sobre la infancia indefensa de tus tres niños..
cuando nos cobijabas bajo tus alas de Ángel junto al misero fuego.
Aveces cuando se hacia insoportable el frío y el hambre;
tú siempre sacabas fuerzas de flaqueza
y con animo y grandes dosis de humor, nos planteabas:
un dorado cuento de hadas...!
Como nos encontrábamos en una gran mansión
con grandes salones y en el centro una gran mesa ovalada,
repleta de ricas frutas y exquisitas viandas..
_Juanito, pon por aquí el cordero, tú José pon por aquí las gambas,
Rafael, tú reparte el vino...!!
Y es así que nos íbamos a la cama
¡con la mente llena de ilusiones y ya no protestaba la panza!
¡Oh, pobre aquella espiga dorada!!
Dios la estará meciendo en la gloria con su brisa perfumada...!!
!A MI MAMÁ, DIFUNTA, CON TODO MI AMOR..!