Encontré un jilguero trinando
y cual grande fue mi admiración!
pues el que tocaba el piano era un chico de El Gastor!.
Sus manos como mariposas de amor
sobrevolaban las teclas con candor
de un piano de cola, que era todo un primor...
No es Beethoven, ni Chopin, o, Mozart,
ni Falla, Albéniz o, Granados;
es una joven promesa que de El Gastor a llegado...
Es humilde, trabajador y sincero,
lo que sale de sus manos se oye en el mundo entero..
y como todos los grandes..en Moscu esta su sueño...
Tus manos sobre un piano, son como una oración,
tú música clásica, como la del mejor compositor,
la oímos con orgullo los vecinos de El Gastor...
Fuiste audaz y perseverante,
cosechando éxitos y fama, por el mundo caminaste..
y la recompensa a tu empeño, poco a poco la encontraste...
Yo, poeta aficionado y bohemio
que suelo cantar a los artistas de mi pueblo..
hago para ti, este humilde poema como mi mejor premio!!!.
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