Todo lo que veo en el lejano horizonte,
son árboles tupidos de hojas verdes..
rosadas enramadas de frondosos bosques,
grandes manantiales de unas frescas aguas,
espumosas cascadas en este ardiente desierto...
La gran fiebre del rubio..
hace que los ojos nublados del caminante sediento,
vean hermosos espejismos en el gran desierto...
La mente calenturienta de los hombres y sus tres camellos,
los hacen fantasear con la mente turbia por el calor intenso..
las miradas perdidas y sus pies hundidos con su propio peso,
la mullida hierba se humilla bajo el peso muerto...
¡Oh cuanto verdor, que fresco esta esto!!
con qué nitidez se aprecia el ácido vaho que dilatan
los dientes de los tres camellos cuando muerden la hierba!
olor invisible a heno recién cortado perciben los camelleros....
Pero todos en su locura, hombres y camellos,
se dicen para sus adentros; ¡este oasis no estaba aquí!
hace mucho tiempo, con tanta palmera y tanto verdor en este desierto..
hace mucho tiempo, con tanta palmera y tanto verdor en este desierto..
¿Por qué, desde cuando? en algún momento el creador
lo habrá puesto!!!.
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