¡Oh, Quisqueya cuanto sufrimiento empozado en tu alma!
lo puedo ver y observar en los ojos de tus hijos;
y en la permanente humedad de tu mirada.
Yo sé que la historia no te trato bien,
que tu existencia fue ardua y dolorosa,
oí tus oraciones a los diferentes dioses.
Primero a los Cemi taínos y luego a Jehová.
Como retorciste tus tristezas de los hombres incomprendidos;
encerrada en esta hermosa isla,
rodeada por el Caribe y amamantada por sus ríos;
escuchando estos mismos pájaros tan libres,
con sus alegres cantos que nunca se cansan
de reclamar con su canto, justicia y libertad.
Primero fue Colón y sus secuaces,
los que vinieron a dominarte, esclavizarte y expoliarte;
llevándose tu plata, tu oro y todas las riquezas,
que como buena tierra fértil y generosa
sin apenas nada a cambio le supiste entregar.
Después cuando unos cuantos de tus hijos;
bravos y luchadores te arrancaron de las garras del invasor.
Y cuando ya parecía que iba todo sobre ruedas, por el buen camino.
Llegan los oportunistas vende patrias
y venden el resto de tu oro y todas tus riquezas
al mejor postor.. (empresa canadiense, "Barrickgold".
Por eso te compadezco.. ¡querida Quisqueya!
y escribo para borrar del presente y el futuro
la posible clonación de tus trágico destino...!!
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