Marzo, titilantes entre el invierno y la primavera,
juez que no eres muy imparcial
con el sufrido campesino..
pues lo mismo lo llenas de gloria y felicidad,
que lo dejas tirado en el camino
con una mano delante y otra detrás...!
Igual conviertes mi tierra
en una blanca paloma que en un desierto erial,
madre tierra que tus hijos no escondan
las lágrimas y déjalos llorar,
que no escondan el arado;
de llanto, cruz y tierra...!
Cuando en vez de venir los pájaros azules
que anuncian la primavera, golondrinas y cigüeñas;
en su lugar aparecen aves frías,
que no por anunciar mal tiempo son menos bellas..
pero el campesino las detesta a la entrada de la primavera...!
Marzo.. pleamar de la angustia,
rosa llena de espinas y pasiones duplicadas;
me duele en el alma atravesar tu sombra hinsurta;
pero tengo que pedirte que no obligues a respirar
al hombre del campo tu aroma enmohecido;
que seas bondadoso y dejes a la primavera
de la rosa y el almendro florido.
¡Oh! Marzo, ritual inconmovible !
¿Sabes tú cuando florece el olivo?
¿y el viento insigne que traerá la cigüeña a su nido?.
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