Un día sordo, monótono y gris,
es una lluvia torrencial y tormentosa
la que invade este Caribe de dulces playas,
y arenas doradas y suaves...
El cielo plomizo como si estuviera enfermo
sigue escupiendo largas arcadas de fuego..
la sigüa palmera en la copa de un cocotero,
se hace sus cálculos en un dulce sueño...
En la enramadas mojadas se mece
una cacatúa soñadora de colores muy bellos..
y desde una tronca seca la observa un gato negro;
haciendo en su imaginación un bocata suculento...
Va avanzando despacio la tarde
mientras yo con el tin tineo de la lluvia en los cristales,
me estoy sumergiendo en un dulce sueño..
bajo el acompasado ventilador y el gato con su ron roneo...
Pero como siempre me saca de este sueño
el suave trino de una alondra
que me canta enamorada desde un alero..
¡No te duermas corazón que muy pronto vuelvo...!
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