Yo eché la tierra sobre tu cuerpo hermana..
que calló sobre tu caja produciendo un eco ronco;
Que era el adiós que nos dejabas..
Aquel hasta ahora o, hasta siempre;
Pues en realidad tú nunca te fuiste.
Siempre estuviste presente entre los que te queríamos...
¡¡Compañera!!
Y entre otros que no sé si te odiaban.. pero que no te apreciaban..
¡¡Pero te respetaban!!
Sobre aquella tierra húmeda
sembré muchas rosas que florecieron con fuerza...
¡Todas! de muy diversos colores,
pero las más abundantes fueron las rosas "rojas".
Aún hoy siguen floreciendo;
¡¡Oh, Ana la "Menacha"
Por estos mundos andamos tus hijos desperdigados;
Que nos quedamos solos.. pero no huérfanos..
Seguimos viviendo de tus rosas y tus enseñanzas;
Algunas afiladas y duras espinas..
Las que nos hacen ser duros y firmes como robles.
Predestinados/as y transparente fuego;
Cuando falte el agua con la que lavabas
nuestras heridas taciturnas de nuestras manos y del alma..
Clamen por los vinos de los racimos dadivosos.
¡Tú Ana la "Menacha" rosa inmaculada para tus compañeros..
Sobre tus enseñanzas escribiremos
llameantes taumaturgias.. y cuando del cielo
lluevan tus justas recompensas por tus luchas y tus desvelos..
"Pasionaria" del pueblo gastoreño..
Seguiremos sembrando rosas sobre tu pecho!!
Con valores renovados y eternos..
Tú que nos decías: que ¡Vale más morir de pie que vivir de rodillas!!!.
Preciosa poesía. Claro q m acuerdo d Ana la menacha, nunca la olvidaré. Era muy amiga d mi suegra. D E P
ResponderEliminargracias
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